Un día mi juventud y mi belleza se habrán marchitado, para siempre. No seré ingenioso, porque los años me habrán robado la despreocupación. No seré sabio, porque mi memoria se habrá vuelto lenta. No seré fuerte porque mi cuerpo estará cansado. Un día pensaré en lo que fui, y en lo que fuiste, y me mirarás a los ojos, y yo distinguiré un brillo que pensaba perdido, y me dirás: "Ah, mi amor, una vez fuiste bello".
Un día dejaré este mundo. Y alguien estará guardando la puerta al siguiente mundo. No sé quien, quizás Dios, quizas un angel, las Erinias...y me dirá: Cuéntanos una historia, si no no puedes pasar. Y yo les contaré tu historia. Les contaré que una vez fuiste bello, que una vez fuiste el más fuerte, el más sabio y el más dulce, y que cuando te vean no se dejen engañar por tu aspecto cansado, porque fuiste como un dios una vez. Sabrán que solo digo la verdad.
Cuando me dejen pasar, te llevaré conmigo. Nunca perderás nada de lo que tienes, mi amor, porque lo estoy atesorando.
Un día dejaré este mundo. Y alguien estará guardando la puerta al siguiente mundo. No sé quien, quizás Dios, quizas un angel, las Erinias...y me dirá: Cuéntanos una historia, si no no puedes pasar. Y yo les contaré tu historia. Les contaré que una vez fuiste bello, que una vez fuiste el más fuerte, el más sabio y el más dulce, y que cuando te vean no se dejen engañar por tu aspecto cansado, porque fuiste como un dios una vez. Sabrán que solo digo la verdad.
Cuando me dejen pasar, te llevaré conmigo. Nunca perderás nada de lo que tienes, mi amor, porque lo estoy atesorando.
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