Conspiracy of Cats

Doom comes on little cat feet.

Sunday, November 12, 2006


Oktoberfest




Hace unas semanas fui con mi amigo F a tomar un zumo después de entrenar, porque acababa de venir del Oktoberfest en Munich, al cual había sido invitado por un antiguo alumno que estuvo de intercambio en su casa. En cuanto le saludé percibí un brillo en sus ojos y en su piel que no estaba producido por la sesión de pesas y el spa. "Veo que te lo has pasado muy bien en tus vacaciones" comenté irónicamente, ya que cuando el alto y fornido alumno de intercambio de F le visitó a los 16 años, se dedicaron a pasar el mes jugando y experimentando cada noche, y entrenando sus respectivas lenguas.

Wilhem había seguido creciendo en tamaño y belleza a lo largo de los últimos años, se había hecho aparejador y estaba soltero, aparte de soberbiamente musculado. F lo encontró tan atractivo como a los dieciséis (y como en la webcam, para ser honestos) y de inmediato se restablecieron los intercambios orales (y no orales). Tras visitar propiamente la ciudad y hacer unas salidas preliminares, un día Wilhem llevó a F a una exhibición de trajes típicos y alegres bailes, y para la ocasión le consiguió unos lederhosen iguales que los suyos,esos tradicionales minipantalones de cuero bordados con tirantes . Allí se reencontró con algunos de los imponentes amigos de Wilhelm y algunos nuevos, todos vestidos como tiroleses. Finalmente fueron a una posada típica, en la que habían reservado un salón para cenar, dominado por una sólida mesa que parecía tan antigua como la propia posada, y por un enorme barril de cerveza a su disposición. Fueron atendidos por grandes mujeres rubias que les llevaron toneladas de contundente comida alemana y terminado el banquete ya estaban bastante borrachos. Mi amigo F , a pesar de haber tenido un chico de München viviendo en su casa cuando tenía 16, no habla ni comprende tan apenas el alemán, de manera que solo se enteraba de lo que se hablaba en inglés. Wilhem era un anfitrión alegre y atento, y traducía prácticamente todo lo que se hablaba, salvo algunos comentarios que se referían aparentemente a F, entonces Wilhem apretaba su muslo o su nuca. Terminado el banquete uno de ellos dijo algo, y todos se rieron. Wilhem agarró a F y empezó a besarlo. Se abrieron las camisas mientras los otros coreaban y uno de ellos atrancó la puerta del salón con una silla. Para entonces, Wilhem se había desabrochado unos botones de su lederhosen y habia sacado su enorme polla; empujó la cabeza de F para que se la comiera delante de todos. Al poco, dos de ellos agarraron a F por los sobacos y levantaron sus casi 90 kilos como si fuera una pluma. Lo pusieron sobre la mesa a cuatro patas y se desabrocharon tambien sus respectivos minipantalones. Para cuando F se quiso dar cuenta, tenia frente a la cara una amplio surtido de salchichas alemanas listas para saborear. Primero una por una, luego de dos en dos...Wilhem miraba complacido la cara de F, deformada por las pollas q se apretaban en su boca. Uno más gordo empezó a darle azotes en su duro culo forrado de cuero verde. Luego se sentó sobre su espalda para hicarlo bajo su peso contra la madera, y Wilhem se puso detrás de F, sujetando firmemente su lederhosen por el centro, a la altura de la cadera, y rasgó fácilmente la costura central, dejando expuestas las redondas y poderosas nalgas de mi amigo. Tomó una jarra de cerveza y comenzó a vaciar el contenido sobre su culo. La suave bebida resbalaba por su culo y regaba abundantemente su ano, y Jakob empezó a lamerla. Todos bebieron del culo de F varias jarras de cerveza, recreándose mientras lo hacían y F gritaba de placer cuando tenía la boca libre. Finalmente le tocó a Wilhem. Su boca se encontró con un culo ya bastante abierto después de tantas lenguas. Pudo meter dos dedos fácilmente, y después la polla, lentamente, y empezó a follarlo. Le dio la vuelta para liberarlo de los pantalones y dejar su polla al aire, tan dura que iba a estallar, le cogió fuertemente de los tobillos y empezó a follarle cada vez más fuerte, mientras alrededor de la mesa todos se la cascaban . F sintió el esperma arremolinarse en sus cojones, dispuesto a salir. Poco a poco empezaron a correrse encima de él. primero unas gotas calientes, luego largas tiras de semen que caían pesadamente encima de su cara, sus labios, su torso y sus brazos. Mientras él mismo explotaba de placer, en una corrida que le salpicó el cuello y la naríz, sintió el músculo perineo de Wilhem palpitar ,bombeando toda su leche dentro de él. Ah!...los dos a la vez...

F sorbió pensativo su cocktail de mango y zanahoria. "¿Y tu que tal?? Como quedó Yasmin?"
 
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