Post largo en plan confessions/Anniversary Post
Ayer mi expingüino me dijo que dejaba España y se volvía a la Antártida de donde procede. Se hace un poco amargo reutilizar los viejos nicknames que usábamos, pero al mismo tiempo es bonito. Fue hace justo un año. Él y yo rompíamos, días más tarde abrí el blog que ha cambiado vuestras vidas ¬_¬ con un post un poco triste hablando de eso. Yo entonces, en el momento de escribirlo, estaba de verdad muy triste porque habían sido dos años juntos, muy difíciles y muy intensos...nunca había estado tan cerca de una persona antes y de repente todo se había terminado.
En cierta forma, tras muchos muchos meses con la atención centrada en otro a quien aun quiero muchísimo (aunque de otra manera), el blog me vino muy bien para explorarme y centrarme en mi (que es lo que había venido a ser la casi completa trayectoria de mi vida: yo, yo, yo, yo en plan Isabel Gemio pero mejor)(y de verdad creo que os doy un buen consejo si os digo que os pongáis también en el número 1 de vuestras prioridades) (lo cual se me olvida siempre que me enamoro, pero luego vuelvo a acordarme) Cuantos paréntesis.
Ahora él y yo somos muy buenos amigos. Ayer estabamos en el balcón (porque en mi casa es imposible fumar dentro y él es toxicómano) e hicimos un repaso a todo el tiempo que pasamos juntos. Empezó como el típico romance de verano por el que nadie apostaría un céntimo. Pero retos a nosotros: creíamos en ello. Las primeras llamadas de teléfono eran casi incomprensibles (él no hablaba español y yo no hablaba casi antártico, pero lo aprendí por él, y luego él aprendió español a la perfección) luego me fui unas semanas al Polo Sur, y después vino él a España de nuevo, y aquí se quedó. Para estar juntos. Luego vinieron las dificultades iniciales para encontrar trabajo, los encuentros familiares (que fueron muy buenos), nuestro apartamento, algunas incompatibilidades conflictivas, las palabras mal pronunciadas que son supergraciosas, San Valentín en el zoo, la pulsera (donde la habré puesto?) y una larga lista de pruebas que fuimos superando con mucho esfuerzo y otras que nunca superamos, y las broncas en las que nos gritábamos con los puños llenos de rayos en plan olimpico, y el sexo, y los momentos de soledad y los momentos de comprensión y de amor, y finalmente una conversación a oscuras en la cama, extrañamente calmada y dulce y llena de amor, en la que nos devolvíamos el uno a l otro la libertad. Pronto comprendimos que nos habíamos quedado solos. Y dolía.
El caso es que ha pasado un año que comenzó con un gran vacio lleno de aire glacial, y que prometía ser muy infelíz y desdichado y trágico. Y luego no lo ha sido para nada. Este año he hecho muuuuchas cosas geniales, me he divertido mucho, me he empezado a centrar un poco en el mundo, he sido gogó/dios-de-la-noche, he tenido una larga lista de amantes imponentes (por alguna razón u otra), he llegado a los 92 kilos (aunque ahora vuelvo a estar en 86) :-( , he hecho nuevos y grandes amigos , en mi ciudad y en otras y en otros paises del mundo, algunos de los cuales me leéis y os lo agradezco, también he dejado partir a otros, he recuperado un poco de la inspiración que había perdido, he cambiado cuatro veces de peinado y una vez de casa (por no contar las visitas a las casas de amigos que he asolado en plan plaga bíblica) y he descubierto que puedo vivir en casas de tamaño normal y sin jardín (aunque , queridos lectores, nunca es lo deseable), he llegado a un prodigioso nivel de comunicación con mi gato como Diane Fossey en Gorilas en la niebla, encontré las zapatillas doradas definitivas, he conocido al holandés errante y he dejado "que sucediera", lo cual es un logro, decidí que Jan Brady era mejor que Marcia Brady, de la tribu de los Brady, y que solo necesitaba cecer y desarrollar sus pechos para demostrarlo, he actuado en un inmenso teatro de la ópera, convertí al paganismo a decenas de personas gracias a mis galletas de jengibre, vi Marie Antoinette, ayudé a una jóven supermodelo a casi casi conseguir su sueño (Yasmin sigue siendo la mejor), he encontrado el mejor resturante de sushi de Barcelona y además es barato, tuve la peor gastroenteritis de mi vida (esto no es bueno, pero es como una prueba de superación)(y no está relacionada con el mejor restaurante de Sushi de Barcelona, que conste)...en fin...
Muchas cosas. Seguro que me dejo dos o tres importantes, soy tan despistado...
El caso es que ahora tengo la impresión de que mi ex pingüino vuelve a cerrar un círculo, y estar frente a un comienzo pues me asusta y por eso me recuerdo a mi mismo que puede que esté bien.
A los fieles y constantes que han leido este post tan largo, que seguro que también son los que normalmente me visitáis con regularidad, os doy las gracias porque en cierta forma me habéis hecho mucha compañía y espero que yo a vosotros también. Prometo que hasta que no me vaya a ausentar muchos días O sea algún tipo de aniversario emotivo, no escribiré un post tan largo. Os mando un lametón rasposo.
Ayer mi expingüino me dijo que dejaba España y se volvía a la Antártida de donde procede. Se hace un poco amargo reutilizar los viejos nicknames que usábamos, pero al mismo tiempo es bonito. Fue hace justo un año. Él y yo rompíamos, días más tarde abrí el blog que ha cambiado vuestras vidas ¬_¬ con un post un poco triste hablando de eso. Yo entonces, en el momento de escribirlo, estaba de verdad muy triste porque habían sido dos años juntos, muy difíciles y muy intensos...nunca había estado tan cerca de una persona antes y de repente todo se había terminado.
En cierta forma, tras muchos muchos meses con la atención centrada en otro a quien aun quiero muchísimo (aunque de otra manera), el blog me vino muy bien para explorarme y centrarme en mi (que es lo que había venido a ser la casi completa trayectoria de mi vida: yo, yo, yo, yo en plan Isabel Gemio pero mejor)(y de verdad creo que os doy un buen consejo si os digo que os pongáis también en el número 1 de vuestras prioridades) (lo cual se me olvida siempre que me enamoro, pero luego vuelvo a acordarme) Cuantos paréntesis.
Ahora él y yo somos muy buenos amigos. Ayer estabamos en el balcón (porque en mi casa es imposible fumar dentro y él es toxicómano) e hicimos un repaso a todo el tiempo que pasamos juntos. Empezó como el típico romance de verano por el que nadie apostaría un céntimo. Pero retos a nosotros: creíamos en ello. Las primeras llamadas de teléfono eran casi incomprensibles (él no hablaba español y yo no hablaba casi antártico, pero lo aprendí por él, y luego él aprendió español a la perfección) luego me fui unas semanas al Polo Sur, y después vino él a España de nuevo, y aquí se quedó. Para estar juntos. Luego vinieron las dificultades iniciales para encontrar trabajo, los encuentros familiares (que fueron muy buenos), nuestro apartamento, algunas incompatibilidades conflictivas, las palabras mal pronunciadas que son supergraciosas, San Valentín en el zoo, la pulsera (donde la habré puesto?) y una larga lista de pruebas que fuimos superando con mucho esfuerzo y otras que nunca superamos, y las broncas en las que nos gritábamos con los puños llenos de rayos en plan olimpico, y el sexo, y los momentos de soledad y los momentos de comprensión y de amor, y finalmente una conversación a oscuras en la cama, extrañamente calmada y dulce y llena de amor, en la que nos devolvíamos el uno a l otro la libertad. Pronto comprendimos que nos habíamos quedado solos. Y dolía.
El caso es que ha pasado un año que comenzó con un gran vacio lleno de aire glacial, y que prometía ser muy infelíz y desdichado y trágico. Y luego no lo ha sido para nada. Este año he hecho muuuuchas cosas geniales, me he divertido mucho, me he empezado a centrar un poco en el mundo, he sido gogó/dios-de-la-noche, he tenido una larga lista de amantes imponentes (por alguna razón u otra), he llegado a los 92 kilos (aunque ahora vuelvo a estar en 86) :-( , he hecho nuevos y grandes amigos , en mi ciudad y en otras y en otros paises del mundo, algunos de los cuales me leéis y os lo agradezco, también he dejado partir a otros, he recuperado un poco de la inspiración que había perdido, he cambiado cuatro veces de peinado y una vez de casa (por no contar las visitas a las casas de amigos que he asolado en plan plaga bíblica) y he descubierto que puedo vivir en casas de tamaño normal y sin jardín (aunque , queridos lectores, nunca es lo deseable), he llegado a un prodigioso nivel de comunicación con mi gato como Diane Fossey en Gorilas en la niebla, encontré las zapatillas doradas definitivas, he conocido al holandés errante y he dejado "que sucediera", lo cual es un logro, decidí que Jan Brady era mejor que Marcia Brady, de la tribu de los Brady, y que solo necesitaba cecer y desarrollar sus pechos para demostrarlo, he actuado en un inmenso teatro de la ópera, convertí al paganismo a decenas de personas gracias a mis galletas de jengibre, vi Marie Antoinette, ayudé a una jóven supermodelo a casi casi conseguir su sueño (Yasmin sigue siendo la mejor), he encontrado el mejor resturante de sushi de Barcelona y además es barato, tuve la peor gastroenteritis de mi vida (esto no es bueno, pero es como una prueba de superación)(y no está relacionada con el mejor restaurante de Sushi de Barcelona, que conste)...en fin...
Muchas cosas. Seguro que me dejo dos o tres importantes, soy tan despistado...
El caso es que ahora tengo la impresión de que mi ex pingüino vuelve a cerrar un círculo, y estar frente a un comienzo pues me asusta y por eso me recuerdo a mi mismo que puede que esté bien.
A los fieles y constantes que han leido este post tan largo, que seguro que también son los que normalmente me visitáis con regularidad, os doy las gracias porque en cierta forma me habéis hecho mucha compañía y espero que yo a vosotros también. Prometo que hasta que no me vaya a ausentar muchos días O sea algún tipo de aniversario emotivo, no escribiré un post tan largo. Os mando un lametón rasposo.
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