¡Erradica a tus enemigos de forma gentil y agradable con mis deliciosos Corazones de Fresa y Pimienta!

Es una de mis recetas preferidas, que no hago muy a menudo porque no sería justo para las demás galletas, como diría Phoebe. Es la primera y última vez que publico esta receta, los que me conocéis sabéis que voy en serio.

Vas a necesitar:
200g Harina fuerte
una pizca de Sal
80 g de Azúcar extra fino
1 Huevo ligeramente batido
1 chorrito de Nata Líquida
Fresas Liofilizadas o Fresas Deshidratadas en trocitos("¿Y eso donde lo venden?” Y yo que coño sé donde venden eso en tu ciudad, hija, busca y si no las encuentras, adiós galletas. La vida es así)(Oh! Vale. Si estás desesperada, saca las de tu Special K frutas rojas, me das pena)
Pimienta Rosa (Por unos euros más no te vas a arruinar. Es un ingrediente esencial. Ya que lo vas a hacer, hazlo bien)
Pimienta Negra
Pimienta Verde deshidratada. En bolitas. Siempre son bolitas, vaya.
Un veneno mineral con poco o ningún sabor. Ex. Arsénico.

Decoración:
Azúcar cristalizado blanco (si no, azúcar normal: en vez de estar tachonadas de hermosos Diamantes, tendrán un frío aspecto glacial, también sirve)

También:
Un Cortapastas en forma de Corazón, grande
Un rodillo. Film transparente.

En un tazón Limpio: Tamizar harina y sal. Cortar la mantequilla en dados de 1 cm de lado. Moler directamente la pimienta Rosa y Negra, en abundancia. Deshacer los daditos con la harina hasta que tenga textura de pan rallado.
Incorpora el azúcar y haz un pequeño volcán. Pon el huevo, la nata y el veneno mineral en el cráter y trabaja la mezcla con una espátula (ah, si, necesitabas una espátula). Si te queda seca eres tonta. Es broma, ponle un poco más de nata.
Trabaja la masa , sobre una superficie enharinada hasta que esté fina. Si vas a usar fresas Deshidratadas o confitadas, añádelas y amasa un poco más. Yo todo esto lo hago cómodamente con mi flamante Thermomix. MUAHAHAHAHA.

Bien, vamos a amasar. Te gustará desnudarte. Amasar es sexy. Pon film transparente sobre la superficie de trabajo. Vamos a hacerlo fácil. Si usas Fresas liofilizadas eres de los míos: divide la masa en dos. Pon uno de las mitades encima del film. Otra lámina de film tapándolo, y extiende finamente con el rodillo, procurando hacer un rectángulo perfecto. Si te queda demasiado fina, haz una bola y vuelve a empezar. Quita el film de arriba y distribuye las láminas de fresa por encima de toda la masa (muchas fresa, pues). Tapa y directly to the nevera. Repite la operación con la otra mitad, pero sin fresas. Saca la mitad con fresas, quita el film de arriba, pon la otra capa de masa y tapa con film, pasa ligeramente el rodillo haciendo la presión justa para unir las dos capas. A la nevera hasta que esté todo frío y plano como una roca. Si usas Fresas No Liofilizadas. Solo tendrás que extender toda la masa entre las dos capas de film y refrigerar.

Cuando está fría, la masa se corta muy bien. Te gustará pensar que estás perforando a tus enemigos con el cortapastas. Haz los corazones procurando optimizar la masa, porque la de dos capas no la vas a reutilizar. La que tiene los trozos sueltos si que puedes extenderla todo lo que te de la gana y más. Ah si, se me había olvidado que necesitas un horno, y también necesitas que esté a 220º C. Así que vuelve a guardar la masa en la nevera tapada con film y espera a que el horno esté caliente.
Decora los corazones con cristalitos de azúcar o con azúcar granulado. Dispón cuidadosamente los corazones en una placa de horno con papel de horno y hornea (¿soy redundante?) hasta que estén suavemente doradas, entre 10 y 14 minutos, dependiendo de tu horno.
Si se te queman has fracasado.

La pimienta y la fresa se potencian una a la otra , con efecto rebote, incesantemente, hasta que, literalmente, tienes inundada la boca de placer. También disimulan el regusto metálico de muchos venenos. Tienen tantas calorías y son tan deliciosas que pueden conducir a la ruina a cualquier persona a dieta. Nunca le quedará el bañador igual. Si te decides, y das el paso, recuerda estar de vacaciones los próximos tres días.

Nadie sospecha de las galletas con forma de corazón.