Una de las cosas que estoy haciendo en Barcelona

Ha pasado Papá Noel (que nombre tan cursi, por todos los dioses...) y me ha dejado este año menos cosas de las que, honestamente, esperaba. Además, creo que en mi familia definitivamente la comunicación tiene fallos: dos pares de guantes, dos bufandas, casi idénticos, todos. Bueno, y un par de libros ilustradísimos bonitos, cierta suma de dinero (aceptable), gafas de sol, un gato de peluche (más), bombones con unos gatitos en una cesta en la tapa, bizcos más allá de toda esperanza, un par de grabados (que me gustan mucho)... en fin. Espero que los Reyes Magos lo hagan mucho mejor. Pero no sé si van a encontrarme, porque me he mudado temporalmente a Barcelona.

¿Por qué? Porque hago lo que quiero con mi pelo. Es mi segundo intento de quedarme a vivir aqui, pero trabajando en algo que no sea :

-Vulgar (Ex: teleoperador, encargado de la freidora del McDonald´s, dependiente de H&M)
-Nocturno (Ex: portero de discoteca o gogó)
-Ilegal (Ex: escort de lujo)

Por más que todas estas opciones tengan su lado tentador. A pesar de todo, hasta mitad de febrero 2007...salgo en una Opera!!!!!! Me pagan muy bien, y casi no tengo que hacer nada, asi que tendré tiempo de llevar mis curriculums con cenefas de gatitos (no estrábicos) y de entrenar en el gimnasio bien. La ópera es Don Carlo, de Verdi.

Os voy a contar de que trata:

Bueno, al menos de que trata MI PARTE. Pues el rey felipe II llega al poder y hay gente que no quiere, entonces esos son los herejes y los queman vivos. Y hay una fiesta en la que los van a quemar. Todo está ambientado en nuestra época, asi que hay paparazzi con flashes y cámaras de television que nos graban, y pantallas por todos sitios que retransmiten la ejecucion. La gente que se divierte y brinda es Coro. Yo soy un guardia de corps (puedo decir orgulloso que fui el primer elegido en el casting) que lleva una porra y empuja y pega y amenaza a os pobres herejes encadenados que se lamentan con gritos desgarradores. En mi grupo son 7 herejes y cuatro guardias, y yo voy delante. Salimos desde la calle haciendo mucho ruido y entramos en el hall, donde una presentadora de television esta anunciando entusiasmada que se acercan el rey Felipe II y su esposa la reina Elizabeth al Liceu. Cruzamos el salon de los espejos (aqui tengo que concentrarme mucho en no mirarme) y entramos en la platea entre el publico. Tenemos que tener cuidado de no pegar a las señoras melómanas , viejas y enjoyadas del Liceu (secretamente adictas al crack) con nuestras porras, porque los herejes siempre tratan de escaparse.Eso será dificil porque hay poco espacio y todos somos grandotes, pero una señora accidentalmente herida y con el cardado empapado en sangre le daria mucho realismo. EL director de la ópera, sin embargo, no quiere que pasen cosas así. Tengo que decir que ES AGOTADOR tirar y controlar y pegar a tanta gente.

Que largo me está quedando: FIN.

P.S. Voy a ir al preestreno de Marie Antoinette!!!!

Inner Palace

Cuando estoy triste, o abrumado, o necesito simplemente evadirme del mundo, me doy un baño. Con las luces bajas, la puerta cerrada, mi gato ronroneando junto a la bañera y el aire inundado de vapor.
El ruido del agua caliente, cayendo sobre sí misma, levantando burbujas y espuma, me parece tan sedante e hipnótico que pronto he alcanzado un estado de semiinconsciencia, en el que solo percibo sensaciones físicas elementales. Temperatura, presión, olores...
Pronto mi imaginación vuela y puedo beberme el delicioso cóctel de música, cuadros, historias que he leido, películas y recuerdos...mezclados al azar y pasando por delante de mis ojos cerrados. Muchas veces llega la inspiración, y adorna el ensueño con algo nuevo y fascinante, una idea, casi siempre una imágen, que podría dar lugar a algo real, o simplemente se queda resonando en mi cabeza, para mi propio placer, igual que las sales de baño tienen una vida breve destinada únicamente a complacerme.
Poco a poco se van encendiendo las luces de una delicada arquitectura interior, un palacio para mi solo. Rodeado de jardines... Horas después mis ojos aún conservan un favorecedor brillo salvaje, tras el paseo por mi alma.

YSBRAND THE POOH

"But I don´t feel like dancin when the old Joanna plays..." Puse esa cara de "que guay, me encanta esta canción..." , pero muy rápido me di cuenta de que, de nuevo, esa canción es el sonido de mi movil sonando: aun estoy en el proceso de asimilar que he decidido cambiar la alarma, me cuesta... Saqué como pude el teléfono por debajo del inmenso babero que ponen en la peluquería y respondí, mientras seguia ojeando el Vogue Especial Joyas, cuya lectura os recomiendo con toda la firmeza de la que soy capaz.

Nacho galeria: ¿Pero vas a venir o no?
Ysbrand: Si claro, pero era mañana.
NG: NOOOOOO ES HOY! Dime que vas a venir por favor...

-Prometi a Nacho que atendería su supercool galeria de arte mientras el acudia a un compromiso ineludible, pero juraria que era el jueves, o sea, mañana-

Y:Es que estoy en la peluqueria, pero habiamos quedado mañana...
NG: No way! Quedamos HOY...si no vienes me haces la putada del siglo...
Y:Es que me estoy cortando el pelo! Ya han empezado (Mentira).
NG: Ysbrand, no me hagas esto...
Y: Vaaale, ya les digo que se den prisa y voy en cuanto acaben...(Cuelgo)
Angelo peluquero: Hay algun problema????...
Y: No, nada. (Porque una de las tres cosas mas peligrosas que hay en el mundo es meter prisa a alguien que va a cortarte el pelo).

A cada minuto me sentia más y más satisfecho de haberle ocultado a Angelo la emergencia de la situación, porque me cortó el pelo genial y me sentía muy guapo y superpoderoso. Llegué corriendo y con los ojos muy redondos, húmedos e impresionados:

-Lo siento tanto...
-No pasa nada, tengo que irme pitando, mira te enseño como va la puerta y si vienen a recoger obra...

La galería es un espacio verdaderamente bonito y minimal, con dos salas : una negra y otra blanca, y un despacho con salón privado lleno de libros de arte y esas cosas. Me puse música moderni (el nuevo de Fangoria), bajé las luces y Me senté en la mesa de superdiseño a jugar al buscaminas cuando al rato sentí una punzada de hambre: con las prisas no había merendado!!! En mi coche estaba una coctelera con mi batido listo para ser rehidratado... Con cara de Marnie cuando le dan sus paranoias (juraría que me iluminó una luz roja), empecé a imaginar mis musculos desintegrandose, cadenas y cadenas de proteinas catabolizándose por segundos... miré alrededor...algo para comer por dios... recordé que era una galería de arte y solo comen...nada! Dios! No! Son anoréxicos!!! Cuando entonces, en un rincón encontré un tesoro: Un bote de un kilo de miel de brezo ecológica y supercara que sin duda le habrían regalado a Nacho, porque Nacho no come carbohidratos.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡A MI ME ENCANTA LA MIEEEEEEL!!!!!!!!!!!

Sostuve el bote. Pesaba.

Pensé en lo ilimitadamente torpe que soy. Pensé en mis manos sin dedos prensiles ni pulgar oponible. Pensé en el inmaculado despacho de diseño. Pensé en que no había ningún instrumento para servir la miel... pero no lo pensé en profundidad porque para entonces ya estaba bebiendo del frasco la miel espesa y oscura, de sabor super intenso, dulcísimo, cremoso, inundándome literalmente la boca de placer....

Fue un placer breve porque el frasco se me cayó en seguida encima del teclado y de ahí a la silla Philip Stark y de ahí al suelo, liberando todo su contenido. Sin más.

Lo he intentado recoger con papel higiénico.

El teclado, naturalmente no funciona porque hay miel por dentro. He dejado unos cuantos post-it explicando donde está sucio. Lo cierto es que si hubieran sido notas en papel normal , tambien se hubieran quedado pegadas. He llamado a Nacho y se ha enfadado. Normal.

PEEP SHOWER

Winter Delice

Toda la casa está impregnada del maravilloso olor que resbala desde el horno en volutas cálidas y envolventes : estoy preparando mis célebres galletas de pan de jengibre. Como todos los años: dos hornadas normales, una envenenada. El regalo perfecto. Barato, encantadoramente casero y artístico. Mis galletas de pan de jengibre estan decoradas con complicadas filigranas de azúcar que destacan sobre el fondo tostado. No hago santas claus, ni campanas, ni trineos. Prefiero los símbolos rúnicos, los dioses con astas de reno y las triples diosas. Hago lo que puedo para difundir el antiguo legado que respira pesadamente , casi exhausto, detrás de Halloween, la Natividad del señor, la Candelaria, Pascua... Y nuestro mundo solo entiende el brillo de la belleza que nubla los sentidos y les hace sonreir bobamente. Por eso debo esforzarme con mis mini mangas pasteleras en trazar delicados dibujos en cada una de las galletas. Pequeños puntitos. Alternar runas con corazones. Cuernos con estrellas de nieve.

Beorc para enamorarles.
Peorth para poseerles.
Lagu para fascinarles y atarles con un lazo invisible.
Ys para que no se pueda deshacer.
Y grandes cantidades de jengibre fresco rallado para intoxicarles con su perfume, que ha crecido debajo de la tierra mimado por ella, nutrido y enriquecido como un hijo vegetal de rizomas y raices.

Cuando prueben las galletas, que ocuparán el puesto de honor entre los dulces navideños, por unos minutos no serán parientes envueltos en un compromiso familiar, ni amigos reunidos una vez al año...algo latente se despertará, las miradas recuperarán un brillo casi olvidado y serán cazadores con pieles de animales,lobos, diosas de la fertilidad y niños salvajes que notan en la planta de sus pies el pálpito de la tierra dormida por el frio. Y algo en ellos recordará tiempos míticos (o eras geológicas) glaciales que nadie quiere que vuelvan, y harán cosas para calentarse. Algunas de ellas no estarán bien, claro, pero pueden achacarlo a los demasiados brindis de la noche.

Ese es mi regalo y mi deseo para los que quiero. Que desaten su animal interior, que vivan con pasión... porque ser instintivo es ser un poco más divino.

Y también es mi regalo a los que no quiero. Claro que a los que no quiero, después de unas horas empieza a dolerles la tripa y lo último que hacen es sujetarse el estómago en el suelo del cuarto de baño... (¡El jengibre camufla cualquier regusto sospechoso!)

Feliz estación para todos mis queridos, queridos conspiradores. Sed malos o sed buenos, pero sobretodo, por favor, sed estilosos.

Hatajo de horteras.

;-)

Club de Lectura

Mientras que, por el contrario, los seres más viejos del Mundodisco eran los famosos Pinos Contadores, que crecen en las Montañas del Carnero.

El Pino Contador es uno de los pocos ejemplos conocidos de evolución por préstamo.

Muchas de las especies existentes siguen el curso de la evolución por su cuenta y riesgo, inventándoselo a medida que ascienden, tal y como marca la naturaleza. Todo eso es muy natural y orgánico, en sintonía con los misteriosos ciclos del cosmos, que cree que no hay nada como unos cuantos millones de años de frustrante prueba y error para dar a una especie fibra moral y, en algunos casos, columna vertebral.

Esto sin duda está muy bien desde el punto de vista de la especie, pero desde la perspectiva de los individuos involucrados, el inventor de la misma es un auténtico cerdo, o al menos un pequeño reptil rosado devorador de raíces que quizá algún día evolucione hasta convertirse en un auténtico cerdo.

De manera que los pinos contadores se ahorraban todos los malos tragos mediante el sistema de permitir que el resto de la vegetación evolucionara por ellos. Una semilla de pino que aterrice en cualquier lugar del Disco recoge inmediatamente el código genético más efectivo de la zona gracias a la resonancia mórfica, y crece para convertirse en lo que mejor se adapte al suelo y clima de la localidad. Por lo general, encima lo hace mucho mejor que los árboles nativos, cuyo puesto suele usurpar.

Pero, pese a esto, lo que hace más interesante a los Pinos Contadores es su manera de contar.

Se dieron cuenta, de una manera nebulosa, que los seres humanos habían aprendido a averiguar la edad de los árboles contando los anillos del tronco, y por eso los primeros Pinos Contadores decidieron que esa era la razón de que los humanos cortasen árboles.

Asi que de la noche a la mañana, hasta el último de los Pinos COntadores reajustó su código genético para generar en su tronco , más o menos a la altura de los ojos humanos, en letras claras su edad exacta. En menos de un año quedaron casi extinguidos por el interés que provocaron en el negocio de las placas ornamentales para los números de las casas, y solo sobrevivieron en las zonas de más difícil acceso.

Terry Pratchett
El Segador